¿Te imaginas respirar en Marte? Aunque suene como ciencia ficción, esto podría ser posible gracias a un dispositivo llamado MOXIE, que significa Mars Oxygen In-Situ Resource Utilization Experiment (Experimento de Utilización de Recursos In Situ de Oxígeno en Marte). MOXIE es un instrumento que forma parte del rover Perseverance, que aterrizó en Marte el 18 de febrero de 2021.
¿Cómo funciona MOXIE?
MOXIE utiliza un proceso llamado electrólisis de óxido sólido, que consiste en hacer pasar una corriente eléctrica a través de una cerámica especial que puede separar el CO2 en oxígeno (O2) y monóxido de carbono (CO). El O2 se almacena en un tanque y el CO se libera al exterior. MOXIE puede producir unos 10 gramos de O2 por hora, lo que equivale a unos 20 minutos de respiración para un astronauta.
¿Para qué sirve el oxígeno en Marte?
El oxígeno no solo es vital para la vida, sino también para el combustible de los cohetes. Si se pudiera producir oxígeno en Marte, se reduciría la cantidad de material que se tendría que llevar desde la Tierra para futuras misiones tripuladas. Además, el oxígeno podría usarse para crear agua y otros recursos útiles para los exploradores espaciales.
¿Qué logros ha tenido MOXIE?
El 21 de abril de 2021, MOXIE realizó su primera prueba exitosa, produciendo unos 5 gramos de O2 en una hora. El 21 de junio de 2021, MOXIE realizó su segunda prueba, produciendo unos 6 gramos de O2 en una hora. Estas pruebas han demostrado que MOXIE funciona correctamente y que puede adaptarse a las condiciones ambientales de Marte, como las variaciones de temperatura y presión.
¿Qué implicaciones tiene MOXIE para la exploración espacial?
MOXIE es un experimento pionero que abre las puertas a la posibilidad de establecer una presencia humana en Marte. Al producir oxígeno in situ, se facilitaría el transporte y la supervivencia de los astronautas que viajen al planeta rojo. Además, MOXIE podría servir como modelo para desarrollar sistemas más grandes y eficientes que puedan producir oxígeno a gran escala.
MOXIE es, sin duda, uno de los dispositivos más innovadores y revolucionarios que ha enviado la NASA a Marte. Su éxito podría cambiar la historia de la exploración espacial y acercarnos más al sueño de respirar en otro mundo.
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