Llevo ya varias semanas usando el nuevo Redmi Note 13 Pro como mi teléfono principal, y tengo que confesar que me está costando mantener la objetividad en este análisis. Como sabéis, siempre he sido fan de la serie Redmi Note por su excelente relación calidad-precio, pero este nuevo modelo me ha dejado un sabor agridulce que necesito compartir con vosotros.
Especificaciones técnicas completas
Pantalla
- Panel AMOLED de 6.67 pulgadas
- Resolución 1.5K (2712 x 1220 píxeles)
- Tasa de refresco de 120Hz adaptativa
- Brillo máximo de 1800 nits
- Protección Gorilla Glass Victus
- Compatible con HDR10+ y Dolby Vision
- Sensor de huellas óptico bajo pantalla
Procesador y Memoria
- Snapdragon 7s Gen 2
- CPU Octa-core (4×2.4 GHz + 4×1.95 GHz)
- GPU Adreno 710
- Versiones de RAM: 8GB/12GB/16GB LPDDR4X
- Almacenamiento: 128GB/256GB/512GB UFS 2.2
- Sin expansión mediante microSD
Cámaras
- Principal: 200MP Samsung ISOCELL HP3, f/1.7, OIS
- Ultra gran angular: 8MP, f/2.2, 118°
- Macro: 2MP, f/2.4
- Frontal: 16MP, f/2.4
- Grabación de vídeo hasta 4K@30fps
Batería y Carga
- Capacidad: 5100 mAh
- Carga rápida 67W
- Sin carga inalámbrica
- Carga al 50% en 17 minutos
- Carga completa en 44 minutos
Conectividad
- 5G SA/NSA
- WiFi 5 (ac)
- Bluetooth 5.2
- NFC
- GPS, GLONASS, Galileo
- Puerto USB-C 2.0
- Puerto IR
- Sin jack de 3.5mm
Otros
- Android 13 con MIUI 14 (actualizable a HyperOS)
- Certificación IP54 contra salpicaduras
- Altavoces estéreo
- Dimensiones: 161.2 x 74.2 x 8 mm
- Peso: 187g
- Colores: Negro Medianoche, Púrpura Aurora, Verde Océano
Diseño y construcción
El Redmi Note 13 Pro presenta un diseño moderno y elegante, aunque sin grandes innovaciones. Su construcción combina un marco de plástico con una parte trasera también de plástico, pero con un acabado que imita al cristal bastante conseguido. Los bordes planos están de moda y aquí Xiaomi los implementa de forma correcta.
El módulo de cámaras sobresale significativamente, lo que hace que el teléfono baile sobre la mesa, aunque esto se soluciona con la funda incluida. Los botones tienen buen tacto y están bien posicionados, y la certificación IP54 ofrece cierta tranquilidad frente a salpicaduras ocasionales.
Con un peso de 187g y un grosor de 8mm, mantiene unas dimensiones manejables para su pantalla de 6.67 pulgadas. Los marcos son relativamente delgados y simétricos, lo que le da un aspecto premium a primera vista pero a la mano se nota que es un smartphone barato.
Pantalla
El panel AMOLED de 6.67 pulgadas es uno de los puntos más destacados del dispositivo. La resolución 1.5K (2712 x 1220 píxeles) ofrece una nitidez excelente, y los 1800 nits de brillo máximo garantizan una buena visibilidad incluso bajo luz solar directa.
La tasa de refresco adaptativa de 120Hz funciona bien en teoría, aunque el rendimiento general del dispositivo no siempre permite aprovecharla al máximo. El soporte para HDR10+ y Dolby Vision es bienvenido y lo cierto es que la pantalla es un punto en el que no va a defraudar a nadie.
Los colores son vibrantes y precisos, especialmente en el modo «Original», y el panel ofrece buenos ángulos de visión. La respuesta táctil es precisa, aunque no tan rápida como en dispositivos de gama más alta.
Rendimiento
El Snapdragon 7s Gen 2 es un procesador de gama media que, sobre el papel, debería ofrecer un rendimiento decente. Sin embargo, en el uso diario, el Redmi Note 13 Pro muestra algunas limitaciones preocupantes. He notado retrasos ocasionales al abrir aplicaciones y cierta inconsistencia en la fluidez general del sistema.
La RAM LPDDR4X y el almacenamiento UFS 2.2 tampoco ayudan, siendo tecnologías algo anticuadas para 2024. La multitarea es funcional con 8GB de RAM, pero se nota cierta ralentización con múltiples aplicaciones abiertas.
Es cierto que no podemos exigirle mucho por el precio, pero ya he analizado varios por este rango y las experiencia es mucho mejor. Realmente no sé si es el procesador, la memoria o que el sistema operativa no está del todo optimizado, pero sí se nota que no va tan bien como debería.
Autonomía y carga
La batería de 5100mAh es generosa, pero la gestión de energía no está optimizada. En un día de uso moderado, que incluye navegación web, redes sociales y algunas fotos, la batería apenas llega al final del día, por los pelos. Esto es un inconveniente para aquellos que dependen de su teléfono durante todo el día sin acceso frecuente a un cargador. Me ha extrañado, ya que esta gama siempre ha sido de las que mejores autonomías ha tenido en el mercado, pero esta vez no ha sido así.
La carga rápida de 67W es una suerte, permitiendo cargar el dispositivo completamente en menos de una hora. Sin embargo, la necesidad de cargarlo con frecuencia debido a la pobre gestión de la batería puede ser frustrante.
No sé si el problema es general o es de mi batería, espero que sea lo primero, ya que si es lo segundo, sería preocupante que con menos de un año de uso ya tengamos una batería degradada.
Cámaras
El sensor principal de 200MP con OIS suena impresionante sobre el papel, pero los resultados son irregulares. En condiciones de buena luz, las fotos son aceptables, con un buen nivel de detalle y rango dinámico decente pero muy saturadas. Sin embargo, en situaciones de poca luz, el procesado es lento y los resultados son mejorables.
Respecto al resto de sensores, el gran angular de 8MP cumple sin más, aunque con una calidad notablemente inferior al sensor principal, pero no es una tragedia para el precio del dispositivo. El sensor de profundidad de 2MP es prescindible y parece más una adición para hacer número que una utilidad real.
La cámara frontal de 16MP cumple para selfies básicos y tiene un buen angular para hacer fotos grupales, aunque podría ser mayor. La nitidez no es mala y en días complicados logra manejar bien los cielos muy luminosos. No está mal, aunque obviamente es lo que es por el la gama y el precio.
En cuanto al vídeo, puede grabar hasta 4K a 30fps con el sensor principal, siendo Full HD con el resto de sensores. Como con las fotos, no son malas por el precio pero sí que podrían mejorar un poco en tema de estabilización y calidad de imagen.
Conclusión
Después de mi experiencia con el Redmi Note 13 Pro, me cuesta recomendarlo. A pesar de tener algunos puntos positivos como su diseño y pantalla, los problemas de rendimiento y la gestión de la batería son demasiado significativos como para pasarlos por alto y perdonarlos, por muy barato que sea.
Por el mismo rango de precio, recomendaría alternativas como el Samsung Galaxy A55 5G, que ofrece una experiencia más refinada y un rendimiento más consistente, o el POCO X6, que destaca por su mejor relación calidad-precio y un rendimiento superior.
Xiaomi suele acertar con la serie Redmi Note, pero en esta ocasión parece haber priorizado las especificaciones sobre el papel en lugar de la experiencia real de uso. Si estás buscando un móvil en esta franja de precio, te sugiero explorar las alternativas mencionadas antes de decidirte por este modelo.
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