Samsung acaba de sorprendernos con la presentación de su nuevo Galaxy S25 Edge, un dispositivo que desde el primer momento llama la atención por su diseño radicalmente delgado y ligero. Pero, ¿es este un smartphone que viene a revolucionar el mercado o más bien una demostración de lo que Samsung es capaz de hacer?
Conociendo al Samsung Galaxy S25 Edge
El Galaxy S25 Edge se presenta como un prodigio de la ingeniería, destacando por un grosor de tan solo 5.8 mm y un peso de 163 gramos. Esta reducción drástica de tamaño y peso se ha logrado, aparentemente, sin sacrificar demasiadas de las características que esperamos de un gama alta en 2025.
Entre sus especificaciones más relevantes encontramos:
- Pantalla: Dynamic AMOLED 2X de 6.7 pulgadas con resolución QHD+ y tasa de refresco adaptativa de 120 Hz.
- Procesador: Snapdragon 8 Elite para Galaxy.
- RAM: 12 GB.
- Almacenamiento: Opciones de 256 GB o 512 GB.
- Cámara Trasera: Sensor principal de 200 MP, acompañado de un ultra gran angular de 12 MP.
- Cámara Frontal: 12 MP.
- Batería: 3.900 mAh con carga rápida de 25W e inalámbrica de 15W.
- Sistema Operativo: Android 15 bajo One UI 7.
- Otros: Resistencia IP68, conectividad 5G, WiFi 7, etc.
S25 Edge vs. S25 Ultra y S25 Plus: ¿En Qué se Diferencian?
El Samsung Galaxy S25 Edge se diferencia principalmente por su diseño extremadamente delgado y ligero, lo que lo convierte en su característica más llamativa. Sin embargo, esta priorización del diseño parece conllevar sacrificios en otros aspectos importantes.
En comparación con el S25 Ultra:
- El Edge es significativamente más fino y ligero (5.8 mm y 163 g vs 8.2 mm y 218 g).
- El Ultra tiene una pantalla ligeramente más grande (6.9″ vs 6.7″).
- El Ultra ofrece un sistema de cámaras traseras mucho más versátil con teleobjetivos dedicados y un ultra gran angular de mayor resolución.
- El Ultra cuenta con una batería significativamente mayor (5000 mAh vs 3900 mAh).
- El Ultra incluye el S-Pen, una característica exclusiva.
Frente al S25 Plus:
- El Edge es notablemente más delgado (5.8 mm vs 7.3 mm) y ligeramente más ligero (163 g vs 190 g).
- Ambos tienen pantallas de 6.7 pulgadas similares.
- El Edge destaca por su cámara principal de 200 MP frente a los 50 MP del Plus.
- El Plus tiene una batería ligeramente mayor (4900 mAh vs 3900 mAh) y una carga rápida más potente (45W vs 25W).
Un ejercicio de ingeniería, más que un imprescindible
Si bien reconozco el mérito de Samsung al presentar un smartphone tan delgado y ligero con especificaciones de gama alta, no puedo evitar sentir que el Galaxy S25 Edge se inclina más hacia una demostración de capacidades que hacia un dispositivo realmente imprescindible para la mayoría de los usuarios.
Entiendo la búsqueda constante de innovación en el diseño, y es innegable que el S25 Edge llama la atención. Sin embargo, me pregunto cuánto valor real aporta esa reducción extrema de grosor en el día a día sin insertarle innovaciones que ya están en mercado. Personalmente, prefiero una mayor capacidad de batería y un sistema de cámaras más completo, características donde el S25 Ultra claramente aventaja al Edge.
De hecho, creo que este era el momento perfecto para que Samsung hubiera probado a incorporar las nuevas baterías de mayor densidad energética que están empezando a surgir en la industria. Imaginen un S25 Edge igualmente delgado y ligero, pero con una batería de 5000 mAh, o que le hubieran puesto una carga rápida real de 80w o más que cargase el teléfono en 10 minutos, por ejemplo. Eso sí que hubiera roto la baraja y habría impresionado al mundo, demostrando que se puede tener un diseño espectacular sin sacrificar demasiado.
Tal como está, el Galaxy S25 Edge se siente más como un prototipo avanzado, una forma de decir «mirad lo que podemos hacer y lo hemos hecho antes que Apple». Es un escaparate tecnológico interesante, pero su precio elevado, que parte de los 1.259 euros (aproximadamente 28,999 pesos mexicanos o 1,099 dólares estadounidenses para el modelo de 256GB), lo coloca en un terreno donde otros modelos de la misma marca y de la competencia ofrecen un equilibrio más sólido entre diseño, rendimiento y funcionalidad.
Ok, presentado.
El Samsung Galaxy S25 Edge es un smartphone interesante que demuestra que se pueden tener smartphone muy delgados. Sin embargo, desde mi punto de vista, su principal atractivo reside en eso y poco más, nada de nuevas tecnologías o algo que haga pensar que Samsung ha querido impresionar al mundo y revolucionarlo. Solo ha sacado la tijera, lo ha presentado antes que si máximo rival y a otra cosa.